El planeta enferma
La sobreexplotación agrícola y ganadera, la deforestación o la falta de riego, junto con los problemas ambientales (contaminación, destrucción de la capa de ozono, residuos perniciosos, lluvia ácida, etc.) junto con la mano del hombre, son los culpables del fenómeno conocido como desertificación, fenómeno que amenaza a la cuarta parte del planeta, e implica graves problemas de sustento a más de mil millones de habitantes, la mayor parte, del Tercer Mundo.
Además del daño medioambiental, se calcula que 135 millones de personas podrían verse obligadas a desplazarse por efecto de la desertización, y los pronósticos afirman que hasta el año 2020, más de 60 millones de habitantes abandonarán las áreas desertificadas del África subsahariana y avanzarán en dirección al norte de ese continente y a Europa, en aras de la supervivencia. Problemas de tal envergadura, han obligado a pueblos, comunidades, instituciones y gobiernos a aunar acciones para frenar la crisis que se aproxima. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), estima que para en el año 2025 las tierras cultivables disminuirán en dos tercios en África, un tercio en Asia y en una quinta parte en América del Sur.
Cuidar de la capa de ozono, evitar la contaminación de los suelos, las aguas, el aire y desarrollar prácticas para un manejo adecuado de los recursos que nos brinda natura, debe ser nuestro principal compromiso.
Sólo de esta forma permitiríamos la recuperación de la biosfera del planeta y evitaremos una hecatombe ambiental, de la cual la especie más perjudicada sería el hombre.
jueves, 15 de abril de 2010
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